lunes, 2 de noviembre de 2009

Enemigos

Soy enemiga de tu sombra
porque no vierte en mí su liquidez.

Porque no se hace fuente, ni clamor,
ni arañazo en el hombro,
ni torre demolida por el agua;
ni aliento tras la nuca;

ni escarcha derretida en el ombligo.

Porque es su boca un sótano sin luz,
un hueco en el cemento,

el foso en el que beben los que no tienen lengua.

6 comentarios:

Ana Clavero dijo...

Hay bocas con más luz que el Santiago Bernabeu. Es cuestión de abrir bien los ojos.

Yo es que me quedo sin palabras. En éste, pese a su métrica perfecta, has vuelto a ser la Carmen que conocí hace tres años, la "Carmenpiel".

Un besazo de buenos días.

Bletisa dijo...

Muy duro y decicido el poema.
Fuerte y con carácter como tú, Iglesias.
Me gusta.

BENCHO dijo...

me sorprendo cada vez que consigo poetas DE VERDAD en internet...

Carmen dijo...

No creo demasiado en las bocas con luz, la verdad... Y lo de la piel pues, bueno, tal vez le siente mejor a mis poemas que a mí...

Un besote, Ana.

Carmen dijo...

Soy fuerte yo? Con que buenos ojos me miras, Amparo.

Besote.

Carmen dijo...

Bueno, Bencho, a mí me alegra que hayas llegado hasta aquí y ójala te quedes.

Un saludo